Restaurantes sin estrella, pero con mucho gusto

No tienen estrellas, pero tampoco les hacen falta para brillar. Son restaurantes que apuestan por la calidad, por el sentido del gusto y por la innovación sin renunciar a los valores de la tradición. Cocina hecha con imaginación, con mimo y con esmero, que hace que sentarse a la mesa sea un auténtico placer. Aún no han alcanzado las estrellas, pero en ellos te sentirás en el cielo.

Secreto a voces (Oviedo):

Desde que se instalaron en la ruta de los vinos de la capital asturiana lo suyo fue un éxito. Un local diferente, que tiene la apuesta por la calidad y la innovación como plato fuerte. Es el lugar perfecto para disfrutar de una cocina de tapeo que cobra otra dimensión. Sin tener que vaciar el bolsillo, Secreto a Voces te ofrece los productos de un restaurante de lujo, pero sin hacer alarde de ello. Su evolución ha sido constante, lo que se observa fácilmente en su carta, siempre en renovación. Los que siempre están son sus langostinos crunch ¡y damos gracias por ello! Y actualmente entre sus platos tienen un tubo de calamar con crema de cebolla, ajo negro y alcachofas, o unas croquetas de bacalao y pisto que te harán perder la cabeza. Por no hablar de su carta de vinos. Si a esto le sumas que el trato del personal es inmejorable, en cuanto sales por la puerta ya estás deseando volver.

Al Son del Indiano (Malleza):

Abierto al público desde 1985, el restaurante conjuga el pasado de sus paredes de otro siglo con la propuesta gastronómica más actual. Platos que respiran cratividad, sin perder ni la esencia del producto ni el respeto a los ingredientes. Entre esos platos que sí o sí debes probar están las croquetas líquidas de ortigas y queso de cabra con reducción de remolacha o el arroz meloso de mar con setas y cigalas. En definitiva, una propuesta gastronómica que se postula como un ejercicio de cocina creativa, siempre inconformista, que entronca con las raíces de la cocina popular.

La Leyenda del Gallo (Oviedo):

En el mítico Casa Manolo, la Leyenda del Gallo abrió sus puertas como local de copas, pero poco después dio un paso más y apostó no sólo por una coctelería de calidad, sino también por una propuesta gastronómica excepcional. La idea es sencilla: disfrutar de una cena con los amigos en un lugar donde poder tomar un cóctel y después continuar la noche. Y ese es uno de sus aciertos. Ha pasado poco más de un año desde que viera la luz, pero ha sido hacerse un nombre. Detrás del éxito se esconde el trabajo y el buen gusto. Tienen las puertas abiertas para cualquier evento o celebración en un local que hace de marco perfecto. Si además eliges una de las propuestas de menú que ofrecen vas a chuparte los dedos.

Gloria (Oviedo y Gijón):

No tiene estrellas, pero si chefs que pueden presumir de tenerlas detrás. Gloria es la propuesta urbana y desenfadada de Esther y Nacho Manzano. Recetas tradicionales y tapas de toda la vida que se reinventan para conseguir una explosión de sabores en el paladar. Lo de siempre aquí no sabe a lo de siempre, sino que sabe mucho mejor. Su tortilla de patatas, su chachopo y su ensaladilla rusa dejan en muy mal lugar hasta los platos de tu madre. Y a todo esto hay que decir que su tarta de queso es la mejor que he probado en la vida. Siempre un acierto seguro.

La Fundición (Oviedo):

Su lema es "lo grande de ser pequeños" y han dado en el clavo. En su pequeño local, para no más de 20 personas, hacen cosas muy grandes. En el local todo lo que vemos nos gusta. Y llama la atención por encima de todo un gran mural en blanco y negro donde trabajadores interaccionan con la comida. Pero aquí lo importante es la comida. Quienes están detrás de La Fundición demuestran con sus platos que saben de cocina. Propuestas diferentes con un toque de cocina creativa donde la apuesta por el sabor es clave. Una carta cuidada y una severa selección de los productos que hace que den ganas de repetir.

El barrigón de Bertín (Lastres):

Cocina tradicional asturiana puesta al día con productos de calidad óptima. El resultado no puede ser mejor. Ya se veía venir si detrás del resultado está Bertín, formado en los fogones de El Bulli con el mismísimo Adriá. Es un lugar para darse un homenaje y recrearse con sabores y texturas originales. Su plato fuerte son las variedades de pescados del Cantábrico, que varían a diario dependiendo de las capturas del día. Aunque tampoco están nada mal su arroz de boletus y langostinos, ni su pastel de pescados ni mariscos de roca. El mejor sabor del mar servido en un plato.